La lucha por el derecho al aborto en Polonia
En octubre, una sentencia judicial dictaminó lo que a todos los efectos era una prohibición del aborto, en cualquier supuesto, en Polonia. En respuesta, el país estalló en multitudinarias protestas espontáneas, ocupaciones y huelgas. IP, la sección de CIT en Polonia, se implicó de lleno desde el principio.
El 22 de octubre, el Tribunal Constitucional de Polonia dictaminó que el derecho al aborto en el supuesto de malformaciones graves del feto es contrario a la Constitución polaca. Desde 1993, la ley nacional sobre el aborto ya era una de las más estrictas de Europa (si no del mundo). Esta nueva sentencia suponía una prohibición de facto del aborto en todos los casos y provocó la indignación de millones de mujeres y de hombres en Polonia.
A pesar de que las reuniones de más de 5 personas están prohibidas en el país con motivo de la pandemia, cientos de miles de manifestantes tomaron las calles de toda Polonia. Se estima que hubo protestas en más de 400 ciudades y pueblos del territorio nacional, incluidas las capitales provinciales que normalmente se asocian con el conservadurismo predominante y con el apoyo generalizado al gobierno. De hecho, el enfado contra el gobierno se ha generalizado de un modo que no tiene precedentes. La rabia se extiende al Tribunal Constitucional, con una orientación partidista muy marcada, y la iglesia católica romana, que es un importante actor político en Polonia. Aunque el ataque contra el derecho de las mujeres a elegir es el principal foco de atención, el objetivo de las protestas incluye también otros temas relacionados: el mal estado del sistema de salud pública, la falta de políticas sociales y de conciliación eficaces, los bajos salarios y la práctica inexistencia de contratos que no sean temporales… todo ello lleva a la mayoría de la sociedad (¡especialmente a las mujeres!) a una situación de precariedad. Lo que a la vez supone un grave impedimento a la hora de decidir un embarazo, dar a luz o formar una familia.
El domingo 25 de octubre, una reunión por Internet del Grupo de Trabajo de IP (Inicjatywa Pracownicza – Iniciativa de Trabajadores y Trabajadoras), recomendó al Comité Nacional de nuestro sindicato que emitiera un comunicado manifestando nuestro apoyo total a las protestas, exigiendo el acceso a un aborto legal y seguro, y convocando huelga general para el miércoles 28 de octubre. El comunicado, que se emitió el lunes 26 de octubre, expresa:
En base a la recomendación del Grupo de Trabajo (reunido los días 24 y 25 de octubre), el Comité Nacional de IP emite el siguiente comunicado sobre el acceso al aborto. En él, expresamos nuestra protesta contra el fallo del Tribunal Constitucional, que priva a la mayoría de las mujeres de su derecho a interrumpir el embarazo. Así mismo, nos oponemos a las acciones de quienes están en el poder y utilizan la ley y la constitución para quitarnos nuestras libertades, nuestro derecho a decidir de manera autónoma nuestro destino y a actuar de acuerdo a nuestra conciencia.
El acceso al aborto es, junto a las prestaciones sociales, la educación sexual, los anticonceptivos y las revisiones prenatales, uno de los fundamentos de la salud reproductiva de las mujeres trabajadoras. Por eso damos la misma importancia a la lucha por el acceso al aborto que a la conquista de mejores salarios y mayor seguridad en el trabajo.
Nuestro comunicado incluye dos aspectos: 1. Ayuda y apoyo mutuo para acceder a la interrupción del embarazo, 2. Apoyo a las protestas que están teniendo lugar en toda Polonia.
Independientemente de la ley polaca y de la legalidad o ilegalidad del aborto, las mujeres seguirán interrumpiendo sus embarazos. Cuando el gobierno nos prive del acceso a la atención sanitaria e imponga nuevas restricciones a las libertades fundamentales, haremos todo lo posible para garantizar la ayuda y el apoyo mutuos en el acceso al aborto.
Esperamos que la ola de huelgas y protestas y la paralización de sectores enteros de la economía, pongan a quienes están en el poder contra las cuerdas y dé paso a las políticas de atención sanitaria (incluido el aborto) que queremos que se apliquen. En medio de la crisis socioeconómica que ha desatado el gobierno en estos momentos de pandemia, seguiremos organizándonos y luchando.
¡La solidaridad es nuestra mejor arma! ¡A la huelga!
[El comunicado completo en su versión original en polaco está disponible en: https://ozzip.pl/dokumenty/item/2693-stanowisko-ws-dostepu-do-aborcji]
El miércoles 28 de octubre, tras la convocatoria de una Huelga General de Mujeres (apoyada por varios sindicatos, incluido IP) muchas personas se negaron a acudir a sus puestos de trabajo. La legislación polaca no permite hacer huelga más que por motivos laborales que afecten directamente a la empresa y a las relaciones con la directiva de esta. Por eso no era posible a ver una convocatoria oficial de huelga. Sin embargo, muchas personas se tomaron días libres, fueron a donar sangre, se pusieron enfermas o utilizaron horas sindicales para no presentarse a trabajar.
Del mismo modo, se celebraron actos en solidaridad con las manifestaciones frente a las embajadas, consulados o residencias de los embajadores polacos en Ucrania (Lviv, Kiev, Kharkiv, Mariupol), Alemania (Berlín), Reino Unido (Londres, Glasgow), Italia (Roma, Milán), Noruega (Oslo), Suecia (Estocolmo), el Estado Español (Madrid, Barcelona) y muy probablemente otros más de los que no nos ha llegado noticia.
El 30 de octubre, los y las integrantes de IP participaron en una manifestación de 100.000 personas en Varsovia. Al mismo tiempo, las protestas continuaron en otras partes del país. Además de los lemas comunes a favor del derecho a elegir y en contra del gobierno, también se abordaron cuestiones sociales y de clase. IP distribuyó un mensaje animando a todo el mundo a unirse a las protestas, en el que se podía leer:
Protestamos: contra todo tipo de opresión contra las mujeres, contra los bajos salarios, las pésimas condiciones laborales, los recortes en las prestaciones sociales, el deficiente sistema de atención sanitaria, la escasez de vivienda pública y asequible, la falta de financiación de la sanidad y de la educación, la sobrecarga de trabajo doméstico y las violaciones de los derechos de las personas migrantes, entre otras cosas.
Defendemos: el acceso al aborto legal y seguro y que todo nuestro trabajo sea retribuido, independientemente del lugar en que tenga lugar: fábrica, escuela, oficina o casa. Exigimos la ampliación de los organismos de atención a dependientes, una salud pública y ampliamente accesible; mayor control sobre nuestras vidas y la ¡liberación de la tiranía que supone que se nos use como mano de obra barata!
Una delegación de integrantes de IP, que viajaban desde Poznan a Varsovia, fue detenida por la policía. Se registraron los coches, se comprobó el contenido de las pancartas y de otros materiales y se les hizo bajar de los vehículos, se les esposó y llevó a comisaría. Después de 3 horas, se les dejó marchar sin interrogatorio, sin cargos e incluso sin recibir los documentos de la detención. Finalmente, todos y todas lograron unirse a la manifestación de Varsovia.
Más tarde, el multitudinario acto de Varsovia fue atacado por grupos de extrema derecha, que dispararon gases lacrimógenos y lanzaron piedras y bengalas a los manifestantes. Uno de nuestros compañeros resultó herido, pero no requirió hospitalización. Sin embargo, lo más destacable es que, para cuando la policía quiso intervenir, la multitud ya había respondido y repelido estos ataques. A pesar de la prohibición de reunirse, las protestas han continuado después del 30 de octubre, hasta la fecha.
A día de hoy, mediados de noviembre de 2020, la disputada sentencia del Tribunal Constitucional no se ha publicado en el boletín oficial del estado (donde deben publicarse todas las leyes para que cualquier sentencia o cambio legislativo sea vinculante). Oficialmente, esto hace que la sentencia no tenga efecto. Sin embargo, muchos hospitales y médicos temen realizar incluso abortos legales (entiéndase, legales según la legislación anterior a la sentencia). El presidente del gobierno ha sugerido algunas enmiendas y ha pedido que se alcance un “compromiso”. Pero los y las manifestantes estamos hartos y hartas de comprometer nuestros cuerpos, nuestro derecho a elegir y a la atención médica.
La lucha continuará. Esperamos que se extienda y se haga internacional para frenar la ofensiva global contra los derechos reproductivos de las mujeres que han desatado los líderes reaccionarios del mundo.
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