La causa de la humanidad

Comunicado de la Secretaría de Exteriores de CNT

CNT no puede ser solamente unas siglas. Ni tan
siquiera ser un sindicato como tal, ya nos conocéis.
No venimos a hacer una introducción de nuestra
historia íntimamente ligada con el internacionalismo de la clase trabajadora.

Si es importante señalar, por otro lado, que no somos
una organización insensible con meros y fríos
posicionamientos políticos. Nunca fuimos eso.

 

 

 

 

 

Este comunicado de la Secretaría de Exteriores lo
escribimos unas personas que habitamos en esta
Madre Tierra y que respondemos a muchas
identidades, clase trabajadora, casualmente de una
zona del mundo, madres, padres, hermanas o
primos de alguien, humanos. Anarcosindicalistas
por elección, eso sí.

Hoy, aquí y ahora, venimos porque nos sentimos
directamente interpeladxs por la causa de la
humanidad.

No se debe defender la lucha por las libertades y, a
la vez, mirar para otro lado con las luchas de
liberación de los pueblos. No se debe confundir la
violencia de quien oprime con la de quien sufre la
opresión. No se debe señalar con el dedo
equidistante a unos y a otros porque eso te
convierte en el perro domesticado del poder. No se
debe mirar el color del pelo o de la piel para
mostrar humanidad. No se debe ni tan siquiera
apelar a la historia o a derechos impuestos para
elegir bando desde la comodidad del salón delante
del televisor. No se debe tener el cinismo y la
hipocresía para arrimar el ascua a su sardina con
esos valores de izquierda europea, manipulando la
terminología, desde un despacho de la universidad.
No se debe de juzgar lo diferente ni, muchas veces,
lo incomprensible. No se debe ser lo que muchas
veces, todas las personas, hemos sido.

Este comunicado puede estar escrito desde la
cabina de un camión con los ojos llenos de lágrimas
o desde el comedor de una fábrica con el corazón
lleno de ira. Porque debemos tener pasión por la
Humanidad.

Nos interpela un lugar del mundo: Palestina. Desde
las ruinas de Gaza, desde las entrañas, desde los
gritos de una madre, desde los ojos de una criatura
ensangrentada que no entiende, desde el hambre
atroz, desde las fosas comunes que dejan los
esbirros criminales, desde un lugar de la Madre
Tierra arrasado por las bombas.

Si no te conmueve la injusticia, es que estás en el
bando contrario.

La causa de la humanidad te hace estar del lado de
la Resistencia Palestina, por muchas contradicciones
políticas que ello te pueda suponer. Porque eso
ahora mismo es secundario cuando estamos ante
un genocidio. Y ese silencio, por los prejuicios, es
pura complicidad.

Desde nuestra pequeñez y nuestra humildad
militante, como anarcosindicalistas, queremos hacer
un llamamiento político para apoyar por todos los
medios, en todos los foros, y en todas sus formas, la
causa de la liberación de Palestina. Pedimos vuestra
acción por ser la causa de la Humanidad. Ahora son
nuestros dedos los que señalan.

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