Mientras el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan se hace pasar por mediador en la guerra rusa contra Ucrania y la UE y los estados de la OTAN expresan con razón su horror ante las medidas dictatoriales de Rusia y el terror contra la población ucraniana, hay otra guerra de agresión desde Turquia y la OTAN que pasa casi desapercibida y apenas recibe comentarios.
El Comité Internacional del Sindicato de Trabajadores Libres (FAU) condena esta nueva agresión y llama a todos los trabajadores y sindicatos internacionalistas a protestar contra estas atrocidades y a tomar medidas de respuesta.
Desde el 17 de abril, el ejército turco ataca pueblos y ciudades en el norte de Irak y el noreste de Siria con ataques aéreos, drones, artillería e infantería de nuevo. Estos ataques tienen como objetivo las estructuras comunalistas de autogestión y autodefensa en esa zona. En los últimos días, la ciudad de Kobanê, conocida en todo el mundo por su lucha contra el Daesh (también conocido como “El Estado Islámico”), se vio afectada por los ataques, entre otros.
Junto a las tropas regulares turcas, el Estado turco colabora una y otra vez con grupos islamistas, algunos de los cuales han luchado anteriormente para el Daesh. Durante las anteriores ofensivas, estos “socios” del ejército de la OTAN publicaron, entre otras cosas, vídeos que mostraban la violación y el asesinato de combatientes kurdas y la mutilación de sus cadáveres. El régimen turco intenta justificar su operación como una disuasión de las amenazas procedentes de la organización socialista PKK y sus aliados en el noreste de Siria. Sin embargo, los servicios científicos del gobierno alemán han llegado a dudar de la existencia de tal amenaza en 2021, a pesar de los múltiples vínculos económicos y militares entre la República Federal y Turquía. Según la apreciación de muchos observadores, la ofensiva militar tiene más bien como objetivo el exterminio de la oposición política, el acceso a las materias primas y la distracción de los enormes problemas económicos e internos de Turquía mediante una política de expansión agresiva.
Además de las milicias kurdas en el norte de Irak y la autogestión autónoma en el noreste de Siria, las unidades de autodefensa del pueblo yezidí en el norte de Irak se ven actualmente afectadas. Éstas se ven muy presionadas no sólo por el Estado turco, sino también por el gobierno aliado de la región autónoma del Kurdistán y el gobierno central iraquí. Una y otra vez, la minoría religiosa y étnica del pueblo yezidí ha sido víctima de masacres y genocidios cometidos por personas de Irak y del Kurdistán y por el Daesh. Después de los desplazamientos masivos, las violaciones y los asesinatos en masa cometidos por el Daesh, el PKK y las fuerzas del noreste de Siria han ayudado a construir estas fuerzas independientes yezid y la capacidad de autoayuda. El pueblo yezid está amenazado hasta hoy por la discriminación y, sobre todo, por la presencia del Daesh y sus ataques terroristas.
En medio de estas operaciones militares, el régimen turco continúa implacablemente su campaña interna contra toda oposición interna. El 25 de abril, la condena a cadena perpetua del activista Osman Kavala causó furor internacional. Pero el de Kavala no es un caso aislado: Con el conocimiento de la República Federal de Alemania, decenas de miles de seres humanos son encarcelados en Turquía por motivos políticos, donde a menudo son víctimas de torturas y asesinatos. Sin embargo, el gobierno alemán intensificó drásticamente la deportación de refugiados políticos a Turquía en 2021, mientras que el volumen de las exportaciones de armas alemanas aumentó por tercera vez el mismo año, siendo Turquía uno de los principales receptores de armas alemanas.
Como Comité Internacional de la FAU hacemos pues este llamamiento: Participa en las manifestaciones contra esta guerra, infórmate, denuncia el doble rasero en la evaluación de las violaciones de los derechos humanos y las guerras agresivas, ¡sabotea el apoyo al régimen autoritario de Erdogan desde la República Federal de Alemania! ¡Apoya nuestros esfuerzos para construir un poderoso movimiento obrero que trascienda las fronteras nacionales!
Por último, queremos aprovechar este llamamiento para señalar la manifestación central contra la agresión turca en Düsseldorf el 30 de abril.
Comité Internacional de la FAU
Also available in: