Y no uno, ¡sino dos!
En CIT, todas las decisiones las toman las personas afiliadas a los sindicatos locales de las secciones, en cada país, en un proceso de abajo a arriba, siguiendo los procesos internos particulares de cada sección. Además, se busca siempre el consenso.
En el Congreso de Parma de 2018, en el que se fundó CIT, todas las delegaciones llevaban un mandato de sus organizaciones, que recogía lo que estas habían decidido. En ese momento se fijaron muchos aspectos importantes de la Internacional, ¡pero no se escogió un logo!
Para garantizar que todas las propuestas parten de la base, se empezó por pedir a la afiliación de las secciones que mandasen sus diseños. Toda persona afiliada a alguna sección que quisiese aportar uno, podía hacerlo libremente. La repuesta superó nuestras expectativas, tanto en el número como en la calidad de las propuestas.
Posteriormente, el Comité de Relaciones convocó un referéndum entre las secciones para identificar cuáles de estas propuestas generaban un consenso mayor. Para hacer que este proceso fuese posible, se solicitó a las secciones que indicasen varias posibilidades o un orden de preferencia. De este modo, comparando unas opiniones con otras, se podían identificar las que generaban más consenso entre las secciones.
De entre todas las propuestas recibidas, dos figuraban como las favoritas para varias secciones y en segundo lugar para otras. En vez de escoger una de ellas, se decidió mantener las dos, como mejor manera de respetar las opiniones de la afiliación. Ambos logos se usarán indistintamente y queda a criterio de las secciones el empleo de uno u otro.
Este proceso es la mejor demostración de que en CIT, ¡las propuestas parten de las personas afiliadas y las decisiones se toman de abajo a arriba!
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