CNT Gijón (Asturies, norte de España) viene librando desde hace años un largo conflicto laboral con los propietarios de la pastelería La Suiza. Las reivindicaciones iniciales eran el impago de horas extra y que se tratase a las trabajadoras de manera respetuosa y digna. Como parte del conflicto, se realizaron varios piquetes y se repartieron folletos. Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, los propietarios son miembros del partido de extrema derecha Vox y están bien conectados con la policía local y la patronal.
Así, en lugar de llegar a un acuerdo entre las partes, prefirieron organizar una campaña de intimidación contra nuestras compañeras. Algunas fueron detenidos, posteriormente puestas en libertad sin cargos, y varios patronos de la ciudad presentaron una demanda contra el sindicato por “asociación ilícita para la extorsión de empresarios”.
Si eso suena muy decimonónico, es porque lo es. La lucha por los derechos de asociación de los trabajadores, a formar sindicatos, de presentar reivindicaciones y de negociar de manera legal puede haberse dirimido en casi todo en todo el mundo a principios del siglo XIX, pero no en el norte de España, no en Gijón.
En resumen, después varios años de procesos judiciales, 8 personas del sindicato están acusadas de “amenazas, insultos y coacciones”. La fiscalía pide 3 años de cárcel y 60.000 euros de multa para cada una. Tras varios retrasos a causa de la pandemia, el juicio está previsto para el próximo mes de mayo.
El sindicato y los compañeros se mantienen firmes en su defensa de los derechos de los trabajadores y de las trabajadoras y no se han dejado intimidar por esta larga campaña de acoso. Nos jugamos demasiado. Si la afiliación de cualquier sindicato en general puede ser acusada de “amenazas” por una campaña legal contra los abusos patronales en el centro de trabajo, se pone en peligro una libertad fundamental.
Durante todos estos años, los gastos legales no han dejado de acumularse. Incluso sin contar con hipotéticas multas, el sindicato necesita mucho apoyo financiero. Por eso, las compas de Gijón llevan tiempo vendiendo garrafas de aceite de oliva en España para conseguir aportes solidarios. Ahora, se han organizado para poder enviar también las garrafas a cualquier lugar de Europa. El aceite ha sido donado por una cooperativa andaluza del SAT, un sindicato de trabajadores rurales.
Para que el envío salga a cuenta, hay que pedir una caja con cuatro garrafas de 5 litros por 144 euros (incluidos IVA y gastos de envío). Es una oferta ideal grupos. Para apoyar a las compas, no tienes más que pedir una caja por correo electrónico a aceitesolidario2@gmail.com o a través de WhatsApp/Telegram al +34 644 064 888. Hay que facilitar una dirección de envío, un teléfono de contacto y las instrucciones que sean necesarias para la entrega (por ejemplo, horario de apertura, persona de contacto, etc.)
Una vez que hayas recibido un mensaje con la confirmación de la recepción del pedido, hay que ingresar el dinero por transferencia en la siguiente cuenta bancaria
Banco: Caixabank
Titular: La Zarza S. Coop
Iban: ES03 2100 8386 7602 0010 6860
¡Y en unos días recibirás el aceite!
Por supuesto, cualquier otra forma de apoyo también es bienvenida.
Gracias de antemano por colaborar con la defensa de los derechos básicos de los trabajadores y de las trabajadoras.
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