Desde siempre las personas con un sentido de la justicia la igualdad y la solidaridad hemos luchado por mejorar las condiciones de nuestra vida y aquellas que nos sucederán.
Ahí tenemos la primera huelga en Egipto hace 2.200 años porque los trabajadores no recibieron sus raciones. La primera huelga general en España fue en 1855. Los y las trabajadoras del textil solicitaron el derecho de asociación o la regulación de su trabajo. El gobierno progresista de Espartero dio la espalda a los y las trabajadoras catalanas y envió al ejército, para masacrar al pueblo.
Hoy no estamos mucho más lejos de esas épocas. El paro nos rodea. Preguntad a amistades y familiares. Seguro que conocemos o conocéis gente que vive en la exclusión, por no poder tener un trabajo digno o por encadenar trabajos raquíticos. Escucharemos cantos de sirenas de políticos impresentables, que viven a costa de tu esfuerzo y que te intentarán engañar con promesas, que nunca cumplirán. La miseria y pobreza nos rodea. Los alimentos suben el 10, 20, 30 o 40 %. No tiene fin su enriquecimiento a nuestra costa. La subida de la luz, de los carburantes, de la vivienda, nos empobrece a toda la sociedad.
¿Alguna persona aquí reunida sabe cuántos obreros/as han caído víctimas de la explotación el año 2022? Solamente en España, para vuestro conocimiento y el de los explotadores, 826 compañeros/compañeras que eran hijos, hermanas, padres, abuelas.
Nos preguntamos: ¿a dónde nos lleva este capitalismo consumista desaforado? Nuestro planeta pide auxilio y solo vemos indiferencia, cuando no negación de las evidencias científicas. Especies que desaparecen, tierras anegadas, bosques arrasados, olas de frío o de calor que golpean a los más desfavorecidos.
Qué decir del futuro de nuestro sudor y del que nos precedieron: las pensiones. Miles de pensionistas llevan en la calle años protestando por ti, por mí, por todas las personas decentes. Si les damos la espalda no seremos dignos de vivir y nos arrepentiremos.
La represión sindical es una de las armas del sistema apoyada en gobierno, patronal, jueces y policías. El ejemplo de nuestras compañeras, las seis de la Suiza en Gijón nos demuestra que la unión, la acción y la solidaridad es más necesario y efectiva que nunca. Ellas ponen su cuerpo y su alma, para que todas las personas logren lo que el sistema les deniega. Por ellas, por nuestras hijas, madres y abuelas, nos sobran motivos
Tenemos soluciones. Como siempre han estado del lado del proletariado. Reduzcamos la jornada a treinta y cinco horas. Trabajemos menos cuatro días a la semana. Nuestra salud no tiene precio. Las empresas multiplican sus beneficios. Exijamos el mantenimiento de nuestros salarios.
Las únicas promesas que debemos creer son las de nuestro futuro en paz y solidaridad.
Mientras no nos enfrentemos a los asesinatos que todos los días sufren nuestros/as compañeros/as en sus trabajos, no seremos capaces de descansar, porque la siguiente persona en morir puedes ser tú, o un familiar tuyo, o una amistad tuya.
La tierra necesita que la tratemos como una madre que nos provee de todo lo que necesitamos para vivir: aire, agua, alimento, tranquilidad de espíritu. Es preciso decrecer para protegerla y protegernos
Sin defender las pensiones, nuestro futuro y el de las personas que nos sucederán será miserable. Debemos exigir un incremento de las mismas, para que se iguale nuestra pensión con el salario que cobrábamos cuando trabajábamos. Porque 30-35-40 años de esfuerzo, tienen que tener su recompensa con una vida digna para todas las personas mayores.
Defendamos a nuestras compañeras, las seis de la suiza, con nuestras armas favoritas: unión y solidaridad
Por ellas. Por el feminismo, sobran los motivos.
¡¡VIVA LA CNT Y LA LUCHA OBRERA!!
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